EL OTOÑO DE MIS DIAS
El fin del verano ha llegado,
Junto a él la vida mía,
Acompañándole el Otoño
Lleno de paz y alegría.
En el crepúsculo de mi estío,
Veo hermosos hilos de plata,
Al desprender de mis cabellos
Como manto de aire fresco,
Hace más fácil mi andanza.
De la fuente de mi vida,
De esa fuente que preñaba,
Queda el recuerdo hermoso
De dos vidas que ahora manan.
Ese descanso esperado,
Esas vidas amamantadas,
No hacen un crepúsculo triste,
Pues su savia vive viva
Bebiendo en los chorros libres,
De fuentes nuevas que manan.
Como un otoño trémulo
Que amanece en mi ventana,
Siento por mis venas el río
Amansado por el tiempo
Descubrir nuevas mañanas.
Dejando pasar dos ríos chicos
Que despacio cogen fuerzas,
Nacen de ellos alegrías
Al latir su sangre nueva.
Para mí quedan pendientes
Paseos junto a la pineda,
Oír cantar a los pájaros,
Ver la mies de las abejas.
Del disfrute de una noche,
Que llegue brava, con fuerza
Sentir en mi cuerpo cálido
Aquel amor que tuviera.
Que recuerdo hace años...
Aquellas manos tan tiernas,
Acariciar mi cuerpo nuevo
Hasta perder la consciencia.
Ahora al llegar el Otoño,
Hay caminos en mi vida
De rosas blancas y jazmines,
De madreselvas y lilas.
Veo pasar a los jóvenes,
Y con ellos nuevas vidas...
Recuerdo tiempos pasados,
Trabajando las vendimias.
Esos racimos preciosos
Que se convierten en vidas
Cuando al parirlos sus madres
Hacen futuro sus vidas.